HUELLAS DE LA ROMANIZACION; EL TESORO DE COYANCA
De la conquista romana del país asturiano el año 19 de
Jesucristo, estancia y romanización, apenas han quedado huellas arqueológicas
perceptibles en tierras de Carreño.
Ni lápidas, ni monumentos. Si acaso los débiles vestigios
referidos de las «mammulas» y calzada romana del Monte Arco, una pared
almenada, en difícil equilibrio, del que fue altivo castillo o «torruxón» de
Illavio y el «tesorillo» de Coyanca.
Torre de Yavio |
La torre de Illavio, Yavio o Yevio, como vulgarmente se le
llama, es obra a juicio del tantas veces nombrado Posada, «conocidamente
romana, derivado su nombre de Flavio». El académico candasín, puntualiza en
1790 que, en sus días se mantenía íntegro con sus murallas de circunvalación,
teniéndole por construido antes del tiempo del Emperador Vespasiano y al lado
del cual creía que hubiese población romana, supuesto probablemente confirmado
con la aparición del llamado «tesoro de Coyanca», por el nombre del término
donde ha sido hallado y en el cual está enclavado lo que queda del castillo.
Tuvo lugar la aparición del mismo en diciembre del año 1961,
sobre un montículo de roca caliza, bajo el cual se hallaba la cueva conocida
con el nombre de la «Priola». Montículo y caverna desaparecidas como la «Cueva
Oscura», al convertirse en la cantera llamada del «Cueto» intensamente
explotada para necesidades de la Siderurgia. Precisamente cuando un obrero
levantaba un «tapín» (trozo de tierra y césped) para limpiar una roca en la
preparación de un barreno, a un golpe afortunado de pico, saltaron por los
aires numerosas monedas de oro, en tanto otras se desparraban por el suelo y
algunas más quedaban entre los pedazos de una vasija de barro dentro de la cual
a poca profundidad estaban escondidas. Nunca pudo saberse el número de las
halladas, ya que los descubridores tuvieron buen cuidado en poner a recaudo
sin decir a cuánto ascendía el tesoro, limitándose a mostrar las que creyeron
oportuno. Unicamente se rescataron siete monedas que se hallan actualmente
entre los fondos numismáticos del Museo Arqueológico Provincial. Del hallazgo
dio amplia información la prensa de Oviedo: el diario «Región» el 31 de marzo
de 1961 y «La Nueva España», el 16 de abril del mismo año.
Torre de yavio |
Las siete piezas «son áureos acuñados entre los 54 y 138 de
nuestra era. Una de Nerón (54-68); una de Vespasiano (68-79); dos de Trajano
(97-119); tres de Adriano (11Z-138). Son piezas de buena Ley. La Talla es la
establecida por Nerón, de 45 en libra»
Ortofoto de la torre de Yavio ( en circulo de color) |
Sobre
tesoros escondidos en Coyanca, de tiempo inmemorial se había forjado una leyenda
que transmitida ininterrumpidamente de padres a hijos trascendió a otros
lugares, demostrado por la llegada en distintas épocas de buscadores de
riquezas, quienes cavaron dentro de la vieja torre de Yavio, al lado de las
cuevas o de determinadas rocas calizas, sin que jamás hallasen nada de lo
buscado. Además, un vecino del lugar llamado «Campanal», aldea del término de
la propia Coyanca, poseía una «gaceta» en la que se señalaba la existencia de
un tesoro escondido por aquellos contornos, cerca de una caverna, al lado de
alguna peña. Ha sido famosa la «gaceta» de Campanal, que todos los vecinos
conocían, mas ninguno le daba crédito y hasta se mofaban de su propietario que
no salía de la pobreza de humilde campesino. Pero lo cierto ha sido que, cuando muerto él y extrañamente perdida
«la gaceta» , el «tesoro de Coyanca, como hemos dicho repetidamente,
apareció. Monedas de oro que, cuando posiblemente circulaban por Carreño,
ocurrían en Roma extraordinarios sucesos: Nerón había decretado la primera, más
cruel y sangrienta de las persecuciones contra los cristianos y en el año 66
morían degollados los Apóstoles Pedro y Pablo.
Vueltos a la romanización, de ella nos queda, si acaso, el
recuerdo de las «Villas», consideradas como unidades económico-sociales. No
como entidad urbana o cabeza de término, sino organización rural con casa
señorial e instalaciones anejas, en cierta medida precursoras de la tradicional
«casería» asturiana. Lo más parecido a las viejas «casonas solariegas» de la
nobleza rural de nuestras parroquias de las que aún quedan algunas con sus
antojanas empedradas, tendejones, establos, lagares, tenadas y los hórreos, con
los que, según Jovellanos, ya se encontraron los conquistadores.
De la existencia de estas «villas» en nuestro Territorio dan
cumplida cuenta el «Liber Testamentorum», de la Santa Iglesia Catedral de
Oviedo; la «Colección Diplomática del Monasterio de S. Vicente de Oviedo»; el
«Cartulario del Monasterio de la Vega»
el de S. Pelayo, ambos de Oviedo; el «Archivo Histórico Nacional»
y la Real Academia de la Historia, Madrid. Las mencionadas entre los años 842 y
1227, son: «Villas de Carrió, Tabaza, Candás, Perán y Condres; de Prendes,
Chores o Cores (Santiago de Ambás) y de Hüerno, en la misma feligresía; de
Cueto, en el Valle de Carreño y villa Villar en la parroquia de S. Esteban de
Guimarán.
Sin
embargo, como más importante y trascendental hasta nosotros se conserva y
persiste la lengua vernácula, la del país, el «bable» que todavía se habla
en cierta medida por algunas aldeas de los valles y montañas del Principado. El
bable auténtico, el que brota de la entraña popular. No el artificioso,
mixtificado, falso e impuesto, que trata de surgir en algunos ambientes
ciudadanos... Nos referimos al «bable» heredado; la lengua con que se nombran
las parroquias, aldeas, montes, regalos, senderos, veredas, caleyas, bosques y
fincas, de clarísima progenie y noble estirpe. Y nada digamos de las de las
herramientas agrícolas, «los preseos de la llabranza», todos con denominaciones
latinas. Cual aduce Jovellanos, «se debe todo ello a aquella nación guerrera y
sabia», a Roma.
La agricultura en Asturias entera, es un don de los romanos.
Se ha dicho que «con su conquista la trajeron y con su dominio la impusieron».
En efecto, nos enseñaron los adelantos agrícolas, a mejorar los sistemas de
explotación de las tierras limitados hasta su llegada al aprovechamiento común
de los pastos y pequeños cultivos colectivos de mijo, echada y escanda.
Finalmente, recuerdo eterno de la presencia de Roma por
estas tierras carreñenses, es el Monte Areo, en cuyo nacimiento de la Punta de
Torres bañada por el mar, se erigieron las célebres Aras Sextianas en honor a
César Augusto en los primeros años de la Era Cristiana, de las cuales por vez
primera dio conocimiento, por el año 50 de Cristo, el geógrafo gaditano
Pomponio Mela: «En el litoral de los astures está el pueblo de Noega; y las
tres Aras que llaman Sextianas están situadas en una península y consagradas con
el nombre de Augusto hacen famosas aquellas tierras antes desconocidas» .
Tierras que, fija el canónigo de la Catedral de Oviedo,
Arcediano de Tinco, don Alfonso Marañón de Espinosa, con esta puntualización:
«los romanos victoriosos entraron por Asturias y llegando al Mar Océano en
donde se juntan los dos concejos de Gijón y Carreño, a orillas del río Aveno junto a la mar, pusieron en señal del triunfo y victoria un Ara o altar a
Augusto César» .
Pues bien; el sitio exacto del emplazamiento, tal dijimos
anteriormente es el nacimiento del Monte Arco, que lleva y perpetúa el nombre
del testimonio histórico más
importante de la estancia de los romanos en Asturias: las
Aras. Monte Arco quiere decir, -Monte de las Aras» .
Y sobre todo lo antedicho, merece la pena recordar que «la
mayor gloria de Roma es haber preparado el camino de Jesucristo>. ¿Acaso
habrá sido alguno de sus soldados quien trajo el primer aviso del nacimiento
del Redentor y la semilla del Evangelio que un día habría de enraizar en este
territorio? El centurión S. Marcelo y otros compañeros de la VII Legión,
asentada en León, sufrieron martirio en el siglo 1. No debe olvidarse que por
sendas de la invasión el Apóstol Santiago, Hijo del Trueno» y «Pescador de
Almas» como le llamó el Maestro, estuvo en España por los años 30 al 36 y en
algún texto, irideci- samente, se apunta la posibilidad de que haya estado en
Asturias...
No sólo eso. Sino que se ha dicho que convirtió al
cristianismo al supuesto gijonés Torcuato, primer cristiano de Asturias, más
tarde Santo, uno de los Siete Varones Apostólicos. cuyas prédicas «hicieron
abrazar al cristianismo a muchas gentes de Gijón y pueblos inmediatos»
Area sextianaArea sextiana |
La lápida de mármol de 2.700 kilogramos tiene una inscripción en honor del emperador Augusto que la convierte en el documento fechado más antiguo de Asturias.El estudio del ara sextiana -denominación discutible aunque comúnmente aceptada- se debe a Francisco Diego Santos, nonagenario historiador que ha analizado prácticamente todos los epígrafes asturianos y que la llama lápida de Augusto. La inscripción se realizó en honor del emperador, que acababa de sofocar a los últimos rebeldes asturianos. Dice que estaba en «tribunicia potestad XXXII sacrum» que corresponde al año 9 de nuestra era, así que hace exactamente dos mil años fue esculpida.La lápida estaba en el cabo Torres -sobre el actual puerto del Musel- donde había dos importantes edificaciones romanas. Es una dedicatoria de Cneus Calpurnius Piso, el gobernador de la provincia Tarraconense a la que pertenecían los territorios de los astures, al emperador. Como el gobernador, después, participó en una conspiración que le costó la vida a Germánico, su sobrino el emperador Tiberio decretó una «damnatio memoriae» y fue borrado el nombre de Cneus de todas las inscripciones. También del ara sextiana, las señales de la censura son evidentes.
La lápida reaparece en función de altar en una capilla «entre Carreño y Candás», según anota Tirso de Avilés «cerca del río Aboño y del mar». Se supone que fue arrojada desde la Campa Torres. El padre Carballo y Constantino Cabal también la citan en ese paraje, en la capilla de San Juan. A mediados del siglo XVIII es trasladada, según Julio Somoza, a la capilla de Santa Clementina de la casa que tenían en Carrió los condes de Marcel Peñalba. Ahí la cita a su vez Jovellanos. Y en 1894 se traslada a Luanco. Estuvo instalada en el huerto de Atanasio Ávila y después en el rellano de la escalera de su casa, «ahí estaba cuando en 1960 la compró mi padre», según recordó ayer Francisco Manzanares.
La vendió Carlos Gil de Arévalo, después de ofrecérsela a la Diputación que le dio largas así que, indignado, se la brindó a Manzanares por debajo del valor que pensaba obtener.«Tenía yo 10 años», comenta Manzanares hijo, «la transportaron en una camioneta. Tardaron cinco horas en cargarla en Luanco y seis en descargarla aquí, en Oviedo. Conmigo estaba Juanín Cueto Serrano, los dos emocionados, jugando y viendo todo aquello».
Inmediatamente se desató la tormenta aunque durante siglos apenas había sido tenida en cuenta la magnífica pieza romana. El periodista gijonés Francisco Carantoña protestó diciendo que debía estar inexcusablemente en su ciudad. Manzanares tuvo que ir a Madrid a dar explicaciones personalmente al ministro de Educación, Jesús Rubio. Cuando el Ministro le afeó que se hubiese interpuesto en una adquisición que iba a efectuar la Diputación Provincial de Oviedo, Manzanares le enseñó una carta del vendedor en la que relataba la molicie y displicencia con que le habían tratado las administraciones públicas y con esa prueba le tapó la boca.
Aun así, el Ministro quiso saber cuál era la opinión de la Real Academia de la Historia y le contestaron que si el ara sextiana la tenía Manzanares estaba en las mejores manos posibles. La polémica localista siguió pero muy amortiguada.
El ara sextiana o lápida de Augusto mide 1,66 centímetros de largo, 80 centímetros de alto y 50 centímetros de fondo. Cada letra tiene una altura de 12 milímetros.
TESORILLO DE AUREOS ROMANOS IMPERIALES
HALLADO EN COYANCA
HALLADO EN COYANCA
Entre los fondos numismáticos del Museo Arqueológico
Provincial, existe un lote de áureos romanos imperiales, procedentes de
Coyanca, caserío de la Parroquia de San Salvador de Perlora, en el Concejo de
Carreño.
Del hallazgo dió una amplia reseña la prensa local . No
conozco se haya hecho con posterioridad un estudio de las monedas. Por ello
ofrezco estas notas, que no tienen otra pretensión, que dar a conocer
detalladamente las siete piezas, a que quedó reducido el fabuloso tesoro, de
cien monedas, según los citados artículos periodísticos.
Las Monedas. Las acuñaciones romanas, tanto de época
republicana como imperial, tienen como patrón la libra de 327 grs. Al comienzo
del Imperio Augusto se reserva para si la acuñación de moneda de plata y oro.
La unidad del sistema metrológico de oro es el áureo, de buena Ley y Talla de
40 en libra, con lo que cada pieza debía tener un peso aproximado de 8,175 grs.
Muy pronto la moneda empieza a degenerar, disminuyendo la
Ley y aumentando la Talla. Ya con Nerón la Talla es de 45 en libra, hasta
llegar, en los tiempos de Caracalla a ser de 50 en libra. Ello es causa de la
decadencia económica que tiene lugar durante el siglo II.
Las siete piezas de nuestro lote son áureos acuñados entre
los años 54 y 138 de nuestra era. Una de Nerón (54-68); una de Vespasiano
(68-79); dos de Trajano (97-119); tres de Adriano (117-138). Son piezas de
buena Ley, la Talla es la establecida por Nerón, de 45 en libra.
En la leyenda de la moneda de Nerón (núm. 1), no consta
ninguno de los títulos, que nos puedan servir para conocer el año exacto de la
acuñación. Por lo que hay que darle el amplio margen de todo el reinado, entre
los años 54 y 68.
Canteras de Coyanca en el lugar " El cueto " |
El título de Consul III, nos da para la moneda de Vespasiano
(núm. 2), el año 71, como fecha de acuñación, ya que el consulado por cuarta
vez se le da en el año 72.
El áureo núm. 3 es de Trajano. El título de Pater Patriae lo
recibe este emperador en el año 98, por lo que la moneda ha de ser posterior a
esta fecha. Los títulos de consul IV y V corresponden a los años 101 y 103
respectivamente. Por lo que se deduce que esta moneda fue acuñada en los años
101 o 102.
La otra moneda de Trajano (núm. 4), ostenta en su leyenda
dos títulos, para poderla fechar. Trajano recibe el consulado por sexta vez en
el año 112, pero el otro título nos lleva la acuñación a unos años después, es
el título de Particus, que se le da en el 116. Fecha en que ya pudo acuñarse la
pieza.
La moneda núm. 5 es de Adriano. El consulado II que ostenta
en la leyenda, nos dá el año 118, como fecha exacta de esta acuñación.
Los áureos núms. 6 y 7 son también de Adriano. El consulado
III lo recibe este emperador en el año 119. Estas monedas son posteriores,
pues, a dicho año; pero no contamos con ningún otro dato para poder dar fecha
absoluta. Fue emitida entre los años 119 y 138.
La ocultación. El no conocer la totalidad de las piezas del
tesorillo nos hace totalmente hipotética cualquier conclusión. La moneda de
fecha mas tardía es del año 138. Si esta es realmente la pieza más moderna de
las ocultadas, el motivo de la ocultación sería únicamente la tesaurización.
A lo largo del siglo II y concretamente en tiempos de Marco
Aurelio ocurren ya verdaderas catástrofes y España sufre la primera conmoción,
que predice los desastres de los siglos III y V.
Aparte de las incursiones de pueblos ajenos al Imperio dentro
de él, hay que tener en cuenta las sublevaciones de campesinos y otros
elementos contra el poder. La burocracia empieza a hipertrofiarse. El espíritu
de organización se fosiliza y transforma en rutina. Como la burocracia es
esencialmente urbana, al desarrollarse inicia el divorcio entre la ciudad y el
campo, causa principal de la decadencia económica del imperio, según la tesis
de Rostovtzev.
Esta panorámica económica se refleja en la progresiva devaluación
de la moneda e incluso en la escasa acuñación de oro a lo largo del siglo II.
Ello explica el afán de tesaurización de aquellos que poseyesen
moneda de oro de buena Ley y mejor Talla.
Descrípción de las monedasTesorillo de aureos romanos de coyanca |
1) A: Cabeza de Nerón, laureada, de perfil a derecha, IMP.
NERO. CAESAR AUGUSTUS.
R: Jupiter
sentado, a izquierda, llevando en una mano un haz de rayos y en la otra un cetro. IUPPITER CUSTOS.
Fecha: años 54 al 68 de J.
Peso: 7,150 grs.
Módulo: 17 mms.
Referencia: Cohen núm. 118.
2) A: Cabeza de Vespasiano, laureada, de perfil a derecha.
IMP CAESAR VESPASIANUS AUG TR P.
R: La fortuna de pie, a izquierda, llevando en una mano un
látigo, en la otra un cuerno de la abundancia. COS III FORT RED.
Fecha: año 71 de J.
Peso: 7,120 grs.
Módulo: 17 mms.
Referencia: Cohen núm. 96.
3) A: Cabeza de Trajano, laureada, de perfil a derecha. IMP CAES NERVA TRAIAN AUG. GERM.
R: Hércules de pie, de frente, desnudo y sobre un altar.
Lleva en una mano una maza y en la otra la piel de león. P. M. TR. P. COS. HL
P. P.
Fecha: año 101 a 102 d. J.
Peso: 7,120 grs.
Módulo: 17 rnms..
Referencia: Cohen núm. 231.
4) A: Busto de Trajano, laureado, de perfil a derecha, con
manto y coraza. IMP. CAES NER TRAIAN OPTIM
AUG GERM DAC.
R: Busto radiado del Sol de perfil a derecha. PARTHI CO P M TR P COS VI P P S P Q
R.
Fecha: 116 d. J.
Peso: 7,050 grs.
Módulo: 17 mms.
Referencia: Cohen, núm. 187.
5) A: Busto de Adriano, laureado, de perfil a derecha, con manto
y corazón. IMP CAESAR TRAIAN HADRIANUS AUG.
R: La Concordia sentada a izquierda, teniendo en la
manto y coraza. IMP CAESAR TRATAN HADRIA‑
abundancia, detrás una estatua de la Esperanza. En
el exergo CONCORD; en torno P M TR P COS II.
Fecha: 118 d. J.
Peso: 7,150 grs.
Módulo:, 17 mms.
Referencia: Cohen, núm. 252.
6) A: Busto de Adriano de perfil a derecha, laureado, con
manto. IMP CAESAR TRAIAN HADRIANUS AUG.
R: Roma sentada sobre escudo y coraza. Llevando una victoria
en una mano y un cetro en la otra. P M. T R P COS III.
Fecha: entre los años 119 y 138 d. J.
Peso: 7,250 grs.
Módulo: 17 mms.
Referencia: Cohen, núm. 1097.
7) A: Busto de Adriano, laureado, de perfil a derecha, con
manto. IMP CAESAR TRAIAN HADRIANUS AUG.
R: Roma sentada sobre escudo y coraza. Llevando una victoria
en una mano y un cetro en la otra. P M T R P COS III.
Fecha: entre los años 119 y 138 d. J.
Peso: 7,250 grs.
Módulo: 17 mms.
Referencia: Cohen, núm. 1097.
Bibliografia y fuentes consultadas.- BIDEA Tesorillo ... por Matilde Escortel Ponsoda.Historia del concejo de Carreño... por Marino Busto.- Terrae antiqvae "El ara sextiana cumple 2000 años" por Jose Luis Santos Fernandez
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